Lunes, 03 Marzo 2025
El sangrado ocular se define como la presencia de sangre en alguna parte del ojo y puede manifestarse en diferentes formas y con diversos niveles de gravedad. En su presentación más común, la hemorragia subconjuntival, se observa la acumulación de sangre debajo de la conjuntiva, la fina membrana que recubre la parte blanca del ojo. Aunque su apariencia puede ser alarmante, este tipo de sangrado generalmente es benigno y tiende a resolverse por sí solo en pocos días o semanas sin necesidad de tratamiento médico invasivo. Sin embargo, cuando el sangrado se localiza en otras estructuras o en mayor cantidad, como en el vítreo o en la retina, la situación se vuelve más compleja y puede afectar significativamente la visión.