Causas de ojo rojo

09 Octubre 2025

El ojo rojo es un signo común que puede alarmar, pero no siempre indica una enfermedad grave. Se produce por la dilatación o inflamación de los vasos sanguíneos en la superficie del ojo, lo que hace que se vea enrojecido. Identificar la causa es fundamental para darle el manejo adecuado.

Causas más frecuentes del ojo rojo

1. Conjuntivitis

La inflamación de la conjuntiva, la membrana que recubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados, es una de las principales causas de enrojecimiento. Puede ser:

• Viral: suele acompañarse de lagrimeo, secreción acuosa y molestia leve.
• Bacteriana: causa secreción purulenta (amarilla o verdosa) y sensación de arenilla.
• Alérgica: provoca picor intenso, lagrimeo y ojos llorosos.

2. Ojo seco

Cuando la película lagrimal es insuficiente o de mala calidad, la superficie ocular se irrita, generando enrojecimiento, ardor y sensación de cuerpo extraño.

3. Hemorragia subconjuntival

Es un sangrado debajo de la conjuntiva que aparece como una mancha roja intensa en el ojo. Generalmente no causa dolor ni pérdida visual y suele resolverse sin necesidad de intervención en pocos días o semanas.

4. Trauma o irritación

Golpes, cuerpos extraños, exposición prolongada a pantallas, uso excesivo de lentes de contacto o la falta de sueño pueden causar enrojecimiento ocular.

5. Blefaritis

La inflamación de los párpados por alteraciones en las glándulas sebáceas produce enrojecimiento, secreción y sensación de pesadez en los ojos.

6. Glaucoma agudo

Aunque es menos frecuente, es una causa grave. Se acompaña de dolor ocular intenso, visión borrosa, halos alrededor de las luces, dolor de cabeza y, a veces, náuseas. Requiere atención inmediata.

7. Uveítis

La inflamación de la úvea (capa media del ojo) produce ojo rojo profundo, dolor, fotofobia (molestia con la luz) y visión borrosa. También necesita atención urgente.

¿Cuándo acudir al médico?

No todo ojo rojo es grave, pero es importante buscar atención oftalmológica si se presentan:

• Dolor ocular intenso
• Pérdida de visión
• Sensibilidad a la luz
• Secreción abundante y persistente
• Antecedente de trauma ocular