
Cambios hormonales y su relación con la visión
04 Septiembre 2025
Las hormonas cumplen un papel fundamental en el equilibrio general del organismo, y los ojos no son la excepción. Diversas etapas de la vida —como la adolescencia, el embarazo, la menopausia o ciertas condiciones médicas— producen variaciones hormonales que pueden influir directamente en la salud visual.
¿Cómo afectan las hormonas a los ojos?
Las hormonas participan en procesos que regulan la producción de lágrimas, la elasticidad de los tejidos y la circulación sanguínea. Cuando ocurre un desbalance, es común que aparezcan molestias o cambios en la visión.
Algunos de los efectos más frecuentes son:
- Síndrome de ojo seco: la disminución de estrógenos y andrógenos, especialmente en la menopausia, reduce la producción y calidad de la película lagrimal, generando sequedad, ardor o sensación de arenilla en los ojos.
- Alteraciones en la graduación: durante el embarazo, los cambios hormonales pueden modificar temporalmente la forma y grosor de la córnea, provocando visión borrosa o variaciones en la miopía o el astigmatismo.
- Sensibilidad a la luz y fatiga ocular: fluctuaciones hormonales en etapas como la menstruación o el embarazo pueden causar mayor fotofobia y cansancio visual.
- Mayor riesgo de ciertas enfermedades oculares: condiciones como el hipotiroidismo o el hipertiroidismo, que implican un desajuste hormonal, pueden estar relacionadas con problemas como la oftalmopatía tiroidea.
Etapas de la vida y visión
- Adolescencia: la pubertad, marcada por un incremento en hormonas sexuales, puede estar asociada a cambios en la graduación y a un mayor riesgo de miopía progresiva.
- Embarazo: además de la variación en la visión, pueden presentarse edemas en los párpados y aumento en la sensibilidad ocular. Estos cambios suelen ser transitorios y desaparecen después del parto.
- Menopausia: es una de las etapas donde más se evidencian los efectos hormonales en los ojos, principalmente el ojo seco.
- Enfermedades endocrinas: patologías como la diabetes también se vinculan con alteraciones hormonales que afectan la retina y pueden derivar en complicaciones severas si no se controlan.
Ante cualquier cambio en la visión durante una etapa de desbalance hormonal, es fundamental realizar una evaluación oftalmológica. Mantener un control médico integral, una hidratación adecuada y un estilo de vida saludable contribuye a proteger la salud visual.